Lima, PE (12 Agosto, 2015 ) En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y Sequía, celebrado en todos los países del mundo para concientizar a la ciudadanía sobre el valor de la tierra, se realizó del 10 al 13 de junio el foro Desertif’actions en Montpellier (Francia), donde AIDER participó a través de la Ing. Marioldy Sánchez.


Esta iniciativa convocó a más de 300 actores internacionales de 57 países incluyendo Organizaciones de Sociedad Civil (OSC) de Latinoamérica, representados por ONGs de Perú, Chile, Bolivia, Argentina y Brasil. El objetivo del evento fue compartir preocupaciones e intereses sobre desertificación en el contexto de cambio climático y elaborar un mensaje común que pueda ser presentado en espacios de toma de decisión a nivel global, como la COP21 de Cambio Climático y la COP12 de Lucha Contra la Desertificación.


En el Perú, las zonas áridas equivalen a la tercera parte del territorio nacional y es donde se asienta aproximadamente el 90% de la población y se concentra la mayor parte de la actividad agropecuaria, industrial y minera.

Este contexto es muy parecido al de otros países en vías del desarrollo. En tal sentido, AIDER, como otras instituciones de la delegación latinoamericana, expresaron su interés en que las ONGs de la región construyan una plataforma de coordinación de Sociedad Civil que funcione con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la Convención Desertificación, desde donde puedan articular diversos stakeholders, incluyendo el sector privado.


En el Foro, AIDER pudo compartir información sobre sus iniciativas de lucha contra la desertificación en una exhibición pública realizada el sábado 13 de junio. Además, la institución formó parte del grupo de trabajo de recomendaciones para lograr mayores sinergias entre las Convenciones de Río y presentó los resultados alcanzados en la plenaria de cierre del evento.


El resultado del Foro fue establecer la Declaración de Montpellier que menciona los siguientes aspectos:

  • El importante freno que ejerce la degradación de la tierra en el desarrollo de una porción significativa de población mundial, para quienes la inversión en agricultura es clave porque genera cuatro veces más beneficio.
  • El impacto que generará el incremento de temperatura y eventos climáticos extremos, especialmente en países que sufren de sequía y aridez, aumentando la vulnerabilidad de 1.5 billones de personas.
  • La subvaloración del tema de la tierra y la agricultura en las negociaciones sobre cambio climático

Finalmente, la Declaración de Montpellier demanda:

  • Implementar políticas que incorporen la agroecología, el agropastoralismo y que protejan y promuevan la agricultura familiar, al garantizar el derecho de alimentación definido por las Naciones Unidas.
  • Que los nuevos conceptos como “agricultura climáticamente inteligente” no promuevan el acaparamiento de tierras, el uso de OGM y químicos.
  • Que las ONGs deben ser incluidas como socios desde los procesos de toma de decisiones y no solo en las etapas de implementación.
  • Que se establezcan comités nacionales para la implementación integrada de las tres Convenciones de Río.
  • Cualquier acuerdo futuro de la COP21 de Cambio Climático debe incluir financiamiento para la agricultura familiar y adaptación basada en comunidades, evitando el fortalecimiento de soluciones falsas.
  • Que las reglas de futuros financiamientos sean consensuadas con la sociedad civil.